Era una tarde de primavera, cuando una serpiente de hermosa apariencia se arrastraba por la selva. Esta bella serpiente estaba harta del polvo, del calor y la humedad que tenía que soportar por tanto tiempo, cada vez que se arrastraba. Un día la serpiente subió a lo más alto de un árbol y observaba como las aves se desplazan por el cielo y dijo: «Cómo me gustaría volar tan alto como ellas y disfrutar del viento en el rostro. Pasar por las nubes y sentir al aire fresco aunque sólo sea una vez.»
Pasaba por allí un ágil y elegante águila a quien pidió casi suplicando: «Hey, águila, ¿amigo podrías hacerme el favor de llevarme contigo a pasear? Solo un rato, me gustaría estar sobre tus alas y saber qué se siente estar allá arriba». «Bueno», dijo el águila, «Pero sólo un rato porque tengo que viajar muy lejos, ¡sube!» Cuando la serpiente estuvo muy alto, vio todo desde arriba y comentó: «¡Ay, por fin! Si todas las serpientes que se arrastran por el suelo me vieran aquí, seguro que se morirían de rabia y mucha envidia ja ja ja. Pobres animales rastreros». El águila tuvo tanta cólera al oír tanta soberbia que dio un giro muy rápido y la serpiente ¡zas!, se cayó. ¿Se imaginan como quedó la serpiente en el suelo?
La soberbia no es buena para nadie. Tarde o temprano puede aplastarnos.
no se tiene que ser tan soberbio en la vida, por que algun dia te puede ir muy mal, tenes que ser onesto en la vida.
me encanto y me sirvio para la tarea ademas son muy cortos
<3
🙂