Un grupo de lobos se reunió para acordar la manera en que empezarían un diálogo con otro grupo pero de perros. Por fin se acercaron y les dijeron:
-Amigos, estamos pensando que no es necesario vivir peleados ya que somos tan parecidos, que les parece si mejor intentamos amistarnos y vivir todos juntos como hermanos. Hemos visto que lo único que nos diferencia de ustedes es nuestra manera de vivir. Nosotros gustamos de vivir en libertad siempre, en cambio ustedes viven siempre sometidos a los hombres soportando malos tratos, ¿como pueden tolerar que les pongan collares en el cuello y además tengan que cuidar los rebaños? ¡¡aceptando solo comer las sobras y por último, solo huesos !! Esto no lo pueden permitir más, es demasiado abuso. Si nos entregan los rebaños habrá comida hasta que todos nos hartemos ¿qué les parece?
Mientras los perros escuchaban con atención a los lobos, antes que ellos terminaran de convencerlos ellos ya estaban traicionando a sus amos. En cuanto terminaron los lobos con su mensaje, los perros sin titubear entregaron los corrales y dejaron que entren muchos lobos hambrientos y malvados, que no dudaron ni por un segundo en empezar a comerse en primer lugar a los ingenuos perros. No tardaron en eliminarlos a todos y luego continuaron con todo el rebaño, traicionando así los perros la lealtad y confianza que sus amos creían tenerles a ellos, sin imaginar nunca semejante tragedia, pues gracias a este error, lo perdieron todo.
Nunca, jamás traiciones la confianza y lealtad que le debes a quien te brinda su apoyo.
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