Veraneaba un día de mucho sol, una luciérnaga feliz de la vida. De pronto una serpiente con mucha hambre la miró, se acercó, e intentó comérsela. La luciérnaga no era tonta y esquivó su ataque. La luciérnaga voló rápidamente hacia los árboles, pero la serpiente era muy hábil y se deslizaba en la misma dirección que la luciérnaga e incluso saltaba por los árboles, por lo que la luciérnaga estaba preocupada y trataba de volar más rápido. Luego de un día completo de persecución, la luciérnaga estando cansada,se detuvo y le dijo a la serpiente: «Espera un momento. Sé que tú también estás cansada. ¿Podemos parar un momento mientras te hago una pregunta?» La serpiente, soberbiamente le respondió: «Normalmente no le respondo preguntas a mi comida, pero por esta vez lo haré.» Entonces la luciérnaga dijo: «Que yo sepa tú no comes luciérnagas. ¿Por qué me persigues?».
A lo que la serpiente responde: «Pues la respuesta es sencilla. No me gusta verte brillar«. Entonces la luciérnaga dijo:»Qué pena me da que seas envidiosa. Yo estoy cansada de volar sin parar un día entero; así que me rindo. Puedes comerme si quieres.» La serpiente, se abalanzó con sobre la pobre luciérnaga, sin darse cuenta que muy cerca estaba un tigre enorme (que por cierto, era amigo de la luciérnaga) que se comió a la serpiente pues había escuchado la conversación entre ella y la luciérnaga y quería defender a su amiga de las manos del reptil.
La envidia es un defecto que fácilmente se apodera de muchos de nosotros en diversas circunstancias en la vida. Sentir envidia es común, pero depende de cada uno, como exterioriza ese sentimiento. No debemos darle energía a la envidia ni actuar en función a ella, de forma irracional como la serpiente.
me gusta por la enseñanza que deja ya q nos enseña q la envidia es mala
EL ARGUMENTO ES MUY SIMPLE EL TITULO ME GUSTA PERO EL CONTENIDO DE CUENTO TE DEJA VACIO