Una tarde, saliendo del colegio, Gaby y sus amigos jugaban distraídos. Ellos tenían que caminar y pasar por un bosque antes de llegar a casa pues todos vivían en el campo. Al jugar, uno pierde la noción del tiempo y un niño no se acuerda ni de la hora, pero cuando empezó a oscurecer, todos se asustaron. Gaby y sus amigos se echaban la culpa de su tardanza por jugar en el camino, diciendo: «Si tú no me hubieras dicho que nos quedáramos a jugar, esto no habría pasado», «¡no es cierto!» decía otro niño, «lo cierto es que ahora nos castigaran a todos», decía otro. Esta discusión los retrasaba aún más sin darse cuenta.
Gaby gritando dijo: «¡Basta, cállense, todos somos responsables de lo que hicimos!, tomémonos de las manos y caminemos rápido. Es tarde y nuestros padres deben estar muy angustiados«. Lo que ellos no sabía era que los padres ya los estaban buscando y algunos de ellos estaban muy molestos. De noche, el bosque se veía oscuro y feo. No habían luces, ni la luz de la luna o las estrellas, hasta que empezaron a ver luces muy pequeñas que pronto iluminaron el camino de los niños. Admirados por las luces de colores se dieron cuenta que lo que veían eran mariposas con alas muy brillantes y muchas luciérnagas. Al verlos tan preocupados, ellas vinieron a ayudarlos hasta la salida del bosque. Gaby y sus amigos, encontraron mucha gente en el camino que ya los buscaban.
Se encontraron con sus padres, se abrazaron y al estar en sus casas todos prometieron nunca más quedarse en el camino. «Afortunadamente nada malo les pasó», dijeron los padres de Gaby. Gracias a sus buenos amigos las mariposas y las luciérnagas. Estos pequeños aprendieron a valorar el tiempo, a ser más obedientes y a considerar a sus padres, evitándoles preocupaciones innecesarias y estar exponiéndose a tantos peligros cuando uno es pequeño. Por amor a ellos, a la salida del colegio Gaby y sus amigos salen juntos y ninguno se distrae para llegar rápido a sus casas.
Es mejor no distraerse cuando uno está en la calle. Es mejor recordar lo que nos dicen nuestros padres y obedecerles.
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