Después de una jornada larga de trabajo, un labrador se disponía a cerrar la cuadra donde guardaba sus corderos. Antes de cerrar la puerta se distrajo solo un momento, de pronto advierte que la puerta se abre de golpe creyendo que era por la fuerza del viento, sin percatarse que un león estaba entrando donde estaban sus animales.
Al ingresar a la cuadra fue buscar unas herramientas antes de irse el labrador, avanzo y se dio con la sorpresa de que un león estaba dentro y acercándose a sus corderos, asustado y en su alocado intento por querer cazar al león, tropezó y cayo al piso, se recupero lo más que pudo logrando así cerrar la puerta para que no salga, sin pensar en las fatales consecuencias.
El león queriendo salir y al ver las intenciones del labrador, pensó en comerse a los carneros a ver si de esa manera le abrían la puerta. Hasta que logro comer un cordero y luego continuó con cada uno de los bueyes, el hombre al ver eso, se sintió impotente y empezó a temer por su vida, se acerco a la puerta y la abrió.
Al enterarse la esposa de lo sucedido, le llamo la atención y le dijo:
-¡Te mereces ese susto!, ¿acaso no pensaste que podías morir? cómo se te ocurre mantener la puerta cerrada sabiendo lo peligroso que era para todos. Quedándose quieto y en completo silencio, el labrador solo escuchaba atentamente, manifestando con movimientos de cabeza la razón de su preocupada e indignada esposa.
Nunca pretendas competir con alguien tan peligroso y arriesgando a los demás. Puedes salir perdiendo y muy mal herido.
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